martes, 28 de agosto de 2012

Olga Liliana Reinoso

ROMANCES



PAMPA

Soliloquios, desventuras
llanura de mis ensueños
para enharinar el hambre
trigo verde a ras del suelo.
De cielo desmesurado
extensión llena de espigas
para germinar los frutos
mucha sed de agua bendita.
Añil, borgoña, naranja
atardeceres cromáticos
y en viajes interminables
el plenilunio romántico. 
De tanto mirar distancias
yo tengo el alma azul plano
el desconsuelo me abraza
en el alba o el ocaso.
El paisaje mutilado
como antiguo desvarío
fue amado sin condiciones
por tantos indios altivos.
A veces pasa de largo
la lluvia, en su travesía
y el dolor nos acobarda
en esta tierra argentina.
El perfume humedecido
provocado por las gotas
cambia por verde esmeralda
la espesura que amodorra.
Y en el cuello de una dama
brillará como una perla
podrás ver la infinitud.
No te cuento: recorrela.
Querendona en los cereales
silenciosa en sus perfiles
este lugar que es la pampa
goza todos los sentires.


ROMANCE DEL BAILARÍN


Retumba en los olivares
aire rojo y apretado
galopan potros de fuego
mordiendo el sol del ocaso.
Una sombra de claveles
perfuma los callejones
y serpentean naranjales
desvistiéndose en colores.
Hombre por los cuatro vientos
amante descabellado
la fiebre de tus pasiones
es un mal que busco tanto.
Jinete brioso y rotundo
montado sobre la danza
tu repiquetear gitano
me hiere con voces blancas.
Sangre que revolotea
por caminos ancestrales
dale de beber al alma
que ha coagulado los mares.
Ojos de mirar tan hondo
que me obligan a querer
tiene tu boca amargores,
blanco escándalo de miel.
La luz, por Andalucía,
dicen que te anda buscando
para encenderte en el pecho
un corazón titilado.
La Macarena te espía
detrás del manto sagrado
y hace palmas en lo oscuro
para acompañarte el paso.
Mi corazón con jazmines
te espolvorea de amor
y se deshoja en el llanto
por donde pasas, varón.

©Olga Liliana Reinoso

ROMANCE GUANTANAMERO

Porque nació en hora mala
con el estigma del trece
lo bautizaron de Judas
y su destino no cede.
Su padre, un cristiano errante
se fugó antes que naciera
y la dejó a su Lializ
con once negros a cuestas.
Pasaron hambre y tristeza
no frío porque Guantánamo
es tierra de manos tibias
para los negros descalzos.
Ay, pobre Judas, tan niño
viendo a su madre fregando
con lágrimas en los ojos
y los puños desangrados.
Un día subió a una guagua
que iba camino a La Habana.
A Lializ no dijo nada
porque no quiso mirarla.
No tenía ni diez años
este Judas de Guantánamo
cuando en medio del trayecto
vio a su Cristo americano.
Boina estrellada y el vello
enmarcándole la cara
un ángel en la sonrisa
y dos brasas que miraban.
Y Judas se abre camino
con objetivo sereno:
El tumulto no lo arredra
ya es el niño guerrillero.


DOMINGO DE LOS MILAGROS

Domingo por los rincones.
abro todas las ventanas: 
en la piel del mediodía
la música brota clara.
En el rubor del ciruelo
la primavera se asoma
oigo cantar a mis hijos
siento que no estoy tan sola.
Es una tregua de amantes
la mañana del domingo
porque volveré a tu abrazo
me voy y no me despido.
Me envía indicios de vida
la esperanza secuestrada
hay arcas para el diluvio
no todo es llanto y mortaja.
Soltaré cabellos rojos
zurciré todas las penas
ventilaré pensamientos
y me iré con la marea.
Respiraciones intensas
plexo solar ensanchado
seguimos amaneciendo
no todo es feo ni malo.
De estas prisiones del alma
yo me prendo a los barrotes
en la fe del vientre ungido
haré renacer amores.
No firmaron la condena
ni la sentencia está dicha
el milagro cotidiano
trabajaremos sin prisa.
Con tu risa de magnolia
volverás a desplegarte
y en la paz de mil domingos
reestrenaremos la tarde.


PARADOJA
Un bisturí en la mirada
tienen tus ojos de acero
sin hallar paz en mis horas
yo te odio, yo te quiero.
Vos das sabor a mi vida;
con tu boca de pimienta
si gozo con tus abrazos
no me interesa que mientas.
Sé que este amor se termina
como un paseo encantado
yo acepté que esto era un juego
vos nunca me has engañado.
Disfruta sin miramientos
la niña que aún conservo
me elevas sobre tus alas;
eres águila y no cuervo.
Este amor es una fiesta
con fecha de vencimiento
a tus trucos y a tus trampas
doy pleno consentimiento.
Hoy unto mi piel sin prisa.
si lloro, ha de ser mañana
porque nadie me asegura
cuánto dura esta jarana.

LUNALMA


La luna tiene fisuras
por donde se esconde mi alma
y hasta ella levanto muros 
cuando el miedo se agiganta.
Porque de su luz de parto
nacen alas liberadas
y bajo su influjo, sueño
con amores que no acaban.
Que la mentira no existe
que el dolor sólo es patraña
que mi boca anda desnuda 
por sus cráteres de magia.
De su cuarto más creciente
soy una punta de flecha
y trepo desesperado
por el haz de su verbena.
Desde el placer de su cima
la muerte se empequeñece
y nuestra mezquina sombra
se acrisola y acomete.
La noche es una vasija
de abrazos y mieles nuevas
si por la alfombra del cielo
la luna se contonea
Es bella cuando reposa
en el borde de mi cama
o me da su mano blanca 
cuando viajo en la hondonada.
No me canso de mirarla:
la luna es mujer y canta
para que los miserables
tengan mendrugos de plata.
Frígida luna que ignoras
las pasiones que desatas
no me claves tus puñales 
en la seda de mis ganas.
Déjame soñar contigo
déjame mudar mi pena
al lecho blancoazulino
que tu pubis redondea.
Quizá esta tristeza humana
caiga de bruces y escarcha
sobre el miedo con dos manos
en tu calesita blanda
y se produzca el milagro 
de retornar a tu falda
para que me mezas, madre
y tararees viejas nanas.
“Dicen que tiene la luna 
amores con un jalé
y que toitas las noches
con er gitano se ve”.
Quiero ser ese gitano
quiero amarte hasta gritar
quiero meterme en tu entraña
y no volverme a apagar.
Quiero tu luz, vida mía
quiero tu esférica calma
para que este oficio de hombre
no me sangre en la mirada.
Y así, con tu paz a cuestas
creer que todo es real:
la belleza, la ternura
y el amor por los demás.

ROMANCE DEL HOMBRE VERDE
(a Juan Carlos Hernández “Cuacualo”)
Verde que te quiero verde
dijo el poeta español
sin saber que acá en la pampa
vos serías su cultor.
Transitando la llanura
bajo lluvia o bajo sol
vas en tu moto con alas
repartiendo el corazón.
Con trajes de fantasía
que tu delirio creó
pintás de verde las tardes
con pinceles de ilusión.
Todo el mundo te conoce
nadie te niega un color
porque brindás tu sonrisa
de inusitado verdor.
En el cielo de tus días
que es de trébol y fervor
está la cancha de Ferro:
allí tu alma mete el gol.

ROMANCE SIN NOMBRE
La noche se fue deprisa
huyendo de algún olvido
y en los umbrales del día
el miedo fue un imprevisto.
Tiene temblor de agua clara
la misérrima esperanza
de que en medio de lo oscuro
nos sorprenda la alborada.
No desdeñes mi cariño
que es la luz de tu penumbra
porque es mi amor alarido
que en la intemperie retumba.
Y hay un rumor azulino
entre las voces del campo
que trae olor de verbenas
cuando pasas a su lado.
No me beses con tus ojos
no me mientas con tus labios
arrópame de ternura
porque sopla el desarraigo.
Y así, desnudo y foráneo
deambulo –mísero gato- 
esperando una limosna
para mi hambre enamorado.

DOLOR
Allí, con sus tardes blondas
Tierra de las nomeolvides
era un junco que danzaba 
mi antigua cintura triste.
Fetal, fatal inocencia
recuerdo níveas pasiones
sobre el césped de la vida
mis primeros pasos torpes.
En la aorta de la risa
tengo un sendero brumoso
y en el dintel de la noche
un rubor de besos locos.
Pinta el oleaje del tiempo
Un paisaje en mi mirada
para amanecer más alto
escalera junto al alba.
Tímidos pero atrevidos
se aletargaron mis trazos
y una adultez indeseada
me dio la copa y el trago.
Si así como yo te veo
tus lindos ojos me vieran
sabrías que es una farsa
esta inhóspita pelea.
Entre cándidos malvones
quedó mi esencia en el patio
sin concordar con tus sones
este sueño del arraigo.
Como una canción ignota
la música desafina.
Es la droga alucinante:
compases que no armonizan.
Quién bifurcó nuestra espera
quién parió la encrucijada
quién me partió en mil pedazos
quién tuvo la idea malsana.
Perdedores irredentos
sólo hechiceros sin fama
con odio a galope brioso
fraguaron esta patraña.
Debo aprender a callarme
a ignorar tu voz hiriente
para salvar los amores
que nacieron en mi vientre.
Esta violencia insaciable
esconde oscuros motivos
y niega muchas verdades
en su ciego desatino.
Te busco con mi silencio
no te conozco, te extraño
por tus crueles distorsiones
sólo” nos une el espanto”.*
Los árboles de la infancia
ojalá crecieran juntos
para acariciarte, tierna,
a la sombra de los tuyos.
De tu río malherido
has perdido el viejo cauce
y tus tenues mariposas
quieren devolverle el auge.
Y así, como fue al principio
vos creerás mi palabra
sin el escozor del tiempo
refugiándote en mi falda.

©Olga Liliana Reinoso



• No nos une el amor, sino el espanto
será por eso que la quiero tanto. Jorge Luis Borges
ROMANCE PARA MI TIERRA

Comarca de los olvidos
tierra desesperanzada
hecha un despojo la historia
llora su tristeza blanca.
Soles tímidos y atlánticos
amanecen la montaña
y hay un aleteo de escarnio
en las tinieblas del alma.
No tienes paz, ni la sabes
en tu antagónica entraña
pero un preludio de olivos 
escala por tu esperanza.
Mujer que ha parido engendros
y criaturas sacrosantas
¿cómo amamantan tus pechos
a los fuegos y a la escarcha?
Dicen que dicen las horas
que tu camino se ensancha
aferrado a las estrellas
de una Cruz del Sur que clama.
Gallarda coquetería
de doncella mancillada
te resistes en la sombra
de esta soledad macabra.
Pero fiel a tu destino
que es de laurel y es de nácar
enarbolas tu bandera
sobre el mástil de la pampa.

©Olga Liliana Reinoso

1 comentario: