VILLANCICO
Poema popular tradicional compuesto generalmente por versos octosílabos (ocho sílabas) o
hexasílabos (seis sílabas), distribuidos según el siguiente esquema:
a) estribillo de dos o cuatro versos, que anuncia el tema
b) mudanza, constituida por una estrofa (o varias), que frecuentemente es una
redondilla;
c) vuelta o enlace: un verso de enlace y uno o dos versos que repiten total o
parcialmente el estribillo.
Verde verderol
endulza la puesta de sol
Palacio de encanto
el pinar tardío
arrulla con llanto
la huida del río
Allí el nido umbrío
tiene el verderol:
tiene el verderol:
Verde verderol
endulza la puesta de sol
(Juan Ramón Jiménez)
Estribillo
Verde verderol
endulza la puesta del sol
Mudanza
Palacio de encanto
el pinar tardío
arrulla con llanto
la huida del río
Allí el nido umbrío
tiene el verderol
( "tiene el verderol es el verso que enlaza con el estribillo)
Estribillo
Verde verderol
endulza la puesta del sol
Estribillo
Verde verderol
endulza la puesta del sol
Mudanza
Palacio de encanto
el pinar tardío
arrulla con llanto
la huida del río
Allí el nido umbrío
tiene el verderol
( "tiene el verderol es el verso que enlaza con el estribillo)
Estribillo
Verde verderol
endulza la puesta del sol
El villancico hunde sus raíces en la cantiga de estribillo o cantiga de refram galaicoportuguesa, paralela a la dansa provenzal o el virelai o chanson balladée francesa, que a su vez han podido desarrollarse a partir del zéjel.
El villancico durante la Edad Media fue la composición tradicional más arraigada entre el pueblo –de ahí su nombre (de villano)– y en los Cancioneros del siglo XV aparece ya como género definido.
En su época de mayor popularidad se empleará en temas devotos, sobre todo en la Navidad, pero también en temas amorosos con tintes pastoriles y bucólicos.
Su esplendor lo alcanzará durante los siglos XVI y XVII, si bien se ha mantenido hasta nuestros días, como demuestra el citado ejemplo de Juan Ramón Jiménez.
LETRILLA
Una variante del villancico es la letrilla, que se diferencia por su contenido burlescosatírico.
Un buen ejemplo es este poema de Quevedo:
Un buen ejemplo es este poema de Quevedo:
Poderoso caballero
es don Dinero
Madre, yo al oro me humillo:
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de continuo anda amarillo;
que, pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero.
Poderoso caballero
es don Dinero
Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso aunque sea fiero.
Poderoso caballero
es don Dinero
ZÉJEL
Poema de origen arábigo-español proveniente de la moaxaja, adaptado a la métrica
románica, supuestamente inventado por Mucáddam de Cabra, formado generalmente por
versos octosílabos,distribuidos según un esquema similar al del villancico:
a) estribillo de uno o dos versos
b) mudanza, tres versos monorrimos (UNA SOLA RIMA)
c) verso de vuelta: un solo verso que rima con el estribillo.
Las diferencias con el villancico residen en que la mudanza del zéjel es un trístico
monorrimo (y en villancico es una redondilla).
Además el estribillo zejelesco suele ser de dos
versos, mientras el del villancico es de tres o cuatro.
Dicen que me case yo
no quiero marido,no
Más quiero vivir segura
en esta sierra a mi soltura
que no estar en ventura
a si casaré bien o no
Dicen que me case yo
no quiero marido, no
Estribillo
Dicen que me case yo
no quiero marido, no
Mudanza
Más quiero vivir segura
en esta sierra a mi soltura
que no estar en ventura
Verso de vuelta
A si caseré bien o no
Estribillo
Dicen que me case yo
no quiero marido, no
Aparecen zéjeles en las Cantigas de Alfonso X
y en el Libro de buen amor
y fue cultivado
por los poetas cancioneriles (Villasandino, Gómez Manrique, etc.).
De esa época es el
siguiente zéjel anónimo con estribillo de tres versos:
Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén.
Axa y Fátima y Marién...
Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién
Durante el Renacimiento lo usaron Juan del Encina, Gil Vicente y Santa Teresa, entre
otros.
Su esplendor llegaría hasta el Barroco y aún gustó a algunos poetas del siglo XX
MUY INTERESANTE. ME ESTOY EMPAPANDO DE COSAS QUE NO CONOCIA. GRACIAS MINI!!!!
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